IA en la Financiación de Cuentas por Cobrar – Esperanzas y Temores

Autor: Luiza Buserska, Directora de Comunicación Corporativa en CODIX

Las entidades financieras buscan formas de mejorar la eficiencia, reducir costes y aumentar la productividad, especialmente en tiempos volátiles. Toda la atención y el optimismo se centran ahora en los notables avances de la inteligencia artificial (IA). La IA se utiliza cada día más y, aparentemente, se perfila como una fuerza transformadora en el sector del factoring y la financiación de cuentas por cobrar. Sin embargo, es crucial cuestionarse si debemos considerarla una panacea milagrosa para todo.

Las opiniones y actitudes al respecto varían mucho, desde las expectativas de que la IA revolucionará toda la economía y nuestro modo de vida, hasta que amenaza la supervivencia misma de la humanidad. Aún está por ver si los seres humanos y las organizaciones serán capaces de tomar el control y canalizar el proceso en su beneficio. Aunque es difícil predecir el futuro, merece la pena examinar algunos pros y contras a la hora de incorporar la IA a la industria.

Las soluciones basadas en la IA prometen ofrecer enfoques innovadores para abordar los retos de la financiación, agilizar los procesos y mejorar la toma de decisiones. Aprovechando los algoritmos de IA y los análisis avanzados, las entidades financieras esperan poder evaluar la solvencia, automatizar la aprobación de créditos y agilizar el proceso de financiación. Esto garantizaría a las empresas un acceso eficaz a los fondos que necesitan, ahorrando tiempo y evitando los engorrosos procedimientos tradicionales de aprobación de créditos. Al aprovechar el poder de la IA para analizar grandes cantidades de datos, controlar las tendencias del mercado e identificar posibles riesgos, las instituciones financieras podrían tomar decisiones fundamentadas que beneficien tanto a los prestatarios como a los prestamistas.

A medida que estos productos sigan evolucionando, es probable que aumente la integración con las soluciones tradicionales de factoring y financiación de cuentas por cobrar. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la velocidad y el alcance de esta transformación. ¿Qué ocurre cuando los algoritmos van mal y hasta qué punto son seguras las plataformas? Las empresas que se planteen utilizar plataformas basadas en IA deben prestar atención a las prácticas de tratamiento de datos del proveedor tecnológico elegido.

Entre tanto, mientras se buscan mecanismos reguladores para esta tecnología, las empresas y los usuarios particulares que decidan ponerse al día deben tener en cuenta que, como todo, la IA tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

No hay que olvidar que la información que proporciona la IA no está verificada y procede de diversas fuentes de Internet, incluidas las redes sociales, muchas de las cuales no son fiables. Entre otros problemas está el peligro de filtración de información y datos sensibles. Los chatbots, como Bard y ChatGPT, son programas con apariencia humana que utilizan la llamada inteligencia artificial generativa para mantener conversaciones con los usuarios y responder a consultas. Los supervisores humanos pueden leer los chats y, además, una IA de este tipo puede reproducir los datos que ha aprendido durante la formación, lo que crea un riesgo de fuga de información.

Esta tecnología puede producir correos electrónicos, documentos, fotos e incluso programas informáticos, prometiendo acelerar considerablemente la ejecución de tareas. Pero la comunicación puede incluir información errónea, datos sensibles o incluso textos protegidos por derechos de autor.

Las tecnologías de IA cambian y mejoran constantemente, lo que supone un reto para las empresas. Por ejemplo, un modelo de aprendizaje automático puede resolver problemas extremadamente complejos, pero los humanos podrían tener dificultades para entender cómo el modelo llega a conclusiones o hace predicciones y qué datos utiliza, luego carece de transparencia y los procesos no pueden controlarse.

Por eso, un número creciente de organizaciones de todo el mundo ya están creando normas para gestionar los chatbots de la IA, advirtiendo a su personal que tenga cuidado al utilizar programas de chat disponibles públicamente y que no comparta información interna de la empresa.

Algunas empresas han desarrollado incluso programas informáticos para responder a estas preocupaciones, ofreciendo a las empresas la posibilidad de impedir que sus datos sean engullidos por modelos públicos de IA, así como de restringir y delimitar la distribución de algunos datos al exterior.

En esta fase, además de la ausencia de normativas que impongan algún orden, estas tecnologías tienen sus limitaciones. Y aunque la IA seguirá evolucionando, los usuarios deben ser cautos al trabajar con ella.

Finalmente, aunque el camino sea incierto, el sector de la financiación de cuentas por cobrar debe permanecer vigilante, adaptable y proactivo. Y aunque el desarrollo de la IA promete transformar el sector de la financiación de cuentas por cobrar, la estrategia más acertada parece ser encontrar el equilibrio entre la capacidad del sector para mantenerse abierto y adaptable al cambio, garantizando al mismo tiempo la protección y la seguridad de sus clientes. Por ello, adoptar la estrategia empresarial adecuada que proporcione la tan necesaria flexibilidad puede ser fundamental para superar los retos que se avecinan y trazar el camino hacia la recuperación económica y el crecimiento. Aún está por ver si la inteligencia artificial nos hará la vida más fácil y nos aportará valor añadido o más bien nos creará problemas.

Este artículo ha sido publicado por BCR Publishing, proveedor líder de noticias, información de mercado y formación para el sector mundial de la Financiación de Cuentas por Cobrar: TRF News – Julio 2023.
El artículo también fue publicado en la página web de FCI.